ID# 117377. Villa con piscina y vistas al océano a la venta en Dominical, Puntarenas. 3 habitaciones, 3 baños, 464 m2 de construcción, 30.354 m² terreno, US $1.999.000. Ubicada en el exclusivo enclave de Costa Verde Estates, sobre la majestuosa costa sur del Pacífico costarricense, esta extraordinaria finca de casi 3 hectáreas ofrece una experiencia de vida sin igual entre selva virgen, cascadas naturales y una privacidad absoluta. Elegida meticulosamente por sus primeros propietarios por sus vistas panorámicas incomparables, su amplitud de terreno y su atmósfera serena, esta propiedad destaca incluso entre las más prestigiosas del país. Desde el momento en que se cruza el umbral, la residencia envuelve con una sensación de elegancia y distinción. El gran vestíbulo de doble altura se presenta con un techo abovedado decorado con frescos, una majestuosa escalera curva y delicadas barandillas de hierro forjado, complementadas por pisos de maderas nobles que realzan el carácter artesanal de la construcción. La planta superior está dedicada por completo a la suite principal: un refugio privado con vistas envolventes a la selva y al océano, donde es habitual ver tucanes, monos y otras especies locales en su hábitat natural. Esta habitación se abre a un balcón perimetral que amplifica la conexión con el entorno. El baño principal es un verdadero spa privado, con mosaicos decorativos, una ducha al aire libre, una bañera de patas clásicas, doble lavamanos y un vestidor generoso con mobiliario de teca hecho a medida. En la planta principal, los espacios se distribuyen de forma fluida y acogedora. La sala de estar gira en torno a un cómodo sofá circular, y se complementa con una zona de lectura o estudio, ideal para relajarse o trabajar desde casa. Gran parte del mobiliario artesanal, cuidadosamente seleccionado, está incluido en la venta, permitiendo una transición inmediata al estilo de vida que esta propiedad ofrece. La cocina, espaciosa y luminosa, fue diseñada tanto para el disfrute diario como para recibir invitados. Cuenta con una isla central, una península funcional, azulejos importados y amplio almacenamiento. Contigua a ella, el comedor impresiona con una mesa de canto vivo y paredes de vidrio que integran perfectamente el interior con la exuberancia del paisaje exterior. A ambos extremos de la casa se ubican suites independientes para invitados, cada una con acceso privado a terrazas cubiertas, mobiliario personalizado y vistas encantadoras hacia el océano y la selva. Un corredor techado conecta la residencia principal con el garaje doble y el área de servicio, que incluye lavandería y espacio para el personal, todo cuidadosamente diseñado para no interferir con la armonía del entorno. Pensando en la seguridad y funcionalidad, la propiedad incorpora tecnología de punta: un sistema de respaldo eléctrico con baterías alemanas de alta ingeniería garantiza autonomía energética, mientras que su cimentación con base de rodillos ha sido diseñada específicamente para resistir movimientos sísmicos, aumentando su durabilidad y atractivo como inversión a largo plazo. Más allá de la terraza principal se encuentra una espectacular piscina climatizada con energía solar, equipada con asientos integrados para contemplar la puesta del sol frente a las icónicas vistas de la Cola de Ballena y la vasta costa del Parque Nacional Marino. Desde este punto privilegiado, es común observar el espectáculo anual de las ballenas jorobadas durante su paso migratorio. El amplio jardín que se extiende desde la piscina hasta el borde del terreno ofrece un entorno sereno para la contemplación, mientras un río serpentea suavemente entre árboles tropicales y pequeñas cascadas, acompañado de senderos que invitan a explorar la riqueza natural que envuelve la finca. Como parte de una de las comunidades más prestigiosas del país, Costa Verde Estates brinda no solo privacidad y exclusividad, sino también seguridad y amenidades de primer nivel: cancha de tenis/pickleball con vistas a la montaña, un moderno gimnasio, un rancho social frente al mar y extensos caminos internos para caminatas diarias. Es común encontrarse con venados de cola blanca en sus paseos matutinos. Además, la comunidad ha reservado más de 240 hectáreas como área de conservación, protegiendo corredores biológicos y bosque primario, lo que fortalece el valor ecológico y refuerza el compromiso con la sostenibilidad. En conjunto, esta propiedad representa una oportunidad única para quienes buscan un santuario de lujo en armonía con la naturaleza, con el respaldo de una construcción sólida, un diseño impecable y un entorno de alto valor inmobiliario. Ya sea como residencia principal, refugio vacacional o inversión estratégica, esta finca reúne todos los atributos para convertirse en un legado duradero en una de las zonas más codiciadas de Costa Rica.